¡Ay de mí!
los celos que yo sentí,
amargos celos
por todos sus desdenes.
¡Ay de mí!
los celos que yo sentí,
ingrata espina
que tu clavaste en mí.
Sufrí, pensé,
que otros labios besarás.
¿Por qué, por qué
tantos celos tu me das?
Al recordar que te besé
tus labios por ti lloraré.
Recuerdos de un día feliz
que fue claro sol para mí,
tu amor me jurabas sin vacilar,
mi amor sin recelos yo te ofrecía.
Después tu querer terminó,
desdenes y agravios sufrí
y si con rencor una vez te mire
fue porque tengo celos de ti.
Si con rencor una vz te mire
fue porque tengo celos de ti.