No ha salido el sol y Ana y Miguel
Ya prenden llama.
Ella sobre el, Hombre y Mujer,
Deshacen la cama.
Y el Mar que esta loco por Ana
Prefiere no mirar. Los cellos no personan
Al agua, ni a las algas, ni a la sal.
Al amanecer ya esta Miguel sobre su barca.
Dame un beso, Amor, y espera quieta junto a la playa.
Y el mar murmura en su lenguaje: “¡Maldito pescador!
¡Despidate de ella, no quiero compartir su corazon!”
Y llorar, y llorar, y llorar por el…
Y esperar, y esperar, y esperar de pie…
En la orilla a que vuelva Miguel.
Dicen en la aldea que esa roca blanca es Ana,
Cubierta de sal y de coral espera en la playa.
No esperes mas niña de piedra – Miguel no va a volver;
El mar le tiene preso por no quieró cederle a una mujer.
Y llorar, y llorar, y llorar por el…
Y esperar, y esperar, y esperar de pie…
En la orilla a que vuelva Muigel.
Incluso hay gente que asegura, que cuando tempestad
Las olas las provoca Miguel luchando a muerte con el mar…
Y llorar, y llorar, y llorar por el…
Y llorar, y llorar, y llorar sobre el…